“Cuando empezamos a fabricar un globo terráqueo, lo más difícil es construir las herramientas que le acompañan.
La fresadora viene armada en un compás a fin de que se puedan cortar correctamente los círculos, y cada globo necesita un gálibo específico con arreglo a su dimensión.
A veces, un desajusto del eje de algunos milímetros provoca un desvío tal que por una capa de pasta de madera suplementaria, el globo se vuelve pesado con casi un kilo.
Cada etapa precisa gran aplicación, con el riesgo de provocar problemas en las siguientes…
Los globos terráqueos tradicionales se construyen a partir de moldes; suponen una fabricación en serie cuyo almacenaje de matrices necesita un espacio enorme. Sería ridículo fabricar un molde cuando se trata de crear un globo único.
Cuando se pega un mapa para hacer un globo, ya se supone “una traducción”, del dibujo de un planisferio (legible en dos dimensiones) en un dibujo que se podrá aplicar en un soporte de tres dimensiones.
Entonces se convierte el mapa en un conjunto de husos o pliegues, que se tendrá que dibujar sobre un papel bastante ligero y firme para deformarse sin romperse cuando está mojado. El papel se estira cuando está húmedo y este detalle resulta muy importante cuando se trata de diseñar el mapa sobre el papel seco.Para esta etapa, se necesita una deformación de los trazados a que se queden correctas las dimensiones, una vez mojado el mapa.”
Se hace la pegadura del papel cuando el volumen está dispuesto. El mapa no comporte más que unos trazados y unas marcas antes de que se pongan los colores. Constituye la base para el trabajo de pintura que llegará a cubrirlo todo.
Vienen tras los puntos de emplazamiento de las ciudades y capitales (12).
Y luego el diseño de los paralelos y meridianos (13).
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